Muy buenas, lector@s de
Fuego Defensivo. Tal y como prometí, comenzaremos con una serie llamada El
origen de los Tiempos, que narra los comienzos de manera amena y resumida los
eventos que dieron origen a las facciones que hoy en día dan forma a nuestro
querido hobby.
En este capítulo Preliminar,
hablaremos del origen de las especies en la galaxia y los eventos que han dado
forma a la galaxia en el presente cuadragésimo segundo milenio.
Hace la ostia de años (10
Billones para ser exactos) se forma nuestro hogar: la galaxia. En las masivas explosiones
que dan forma a la vía láctea, las estrellas más viejunas se fusionan dando
forma a seres casi divinos: Los C´tan, seres de pura energía que comienzan a
tomar conciencia de su existencia. En este punto también se forma la conexión
con la disformidad, aunque sin seres inteligentes no es más que una realidad de
energía pura, más inofensiva que un Termagante de 7ª edición.
Muchísimo tiempo después,
una raza, Los Ancestrales, se convierten en la primera especie mortal en cruzar
las estrellas, alcanzando a dominar casi toda la galaxia en muy poco tiempo
(sin orcos, ni tiránidos, ni caos pues la galaxia está modo Easy) gracias a su
mejor obra: La telaraña, una serie de portales que conectan la realidad con
otra en la que el espacio no se entiende como en la nuestra, y que conecta dos
puntos muy lejanos casi al instante.
Muy lejos de la mirada
Ancestral, Los Necrontyr, una raza de seres esqueléticos de Mordor norte (donde
no pega el sol) con una corta esperanza de vida, forja un imperio estelar en
los sistemas más cercanos a su hogar natal. Tiempo después se enteran de que la
galaxia ya tiene ocupantes, y les declaran la guerra (yo también quisiera ser
así de optimista). Los ancestrales les pegan tal baño que les expulsan al borde
galáctico, y la paliza fue tan fuerte que empiezan a formarse torbellinos de
emociones en la disformidad. Los C´tan se dan cuenta de que esa realidad
alterna se ve influenciada por los pensamientos y emociones de las especies
inteligentes.
Los C´tan, que también quieren
ser dueños del imperio que han forjado los ancestrales con el sudor de sus
frentes contactan con los necrontyr, y les prometen ayudarles contra su enemigo
si se postran ante ellos. Los necrontyr, un poco acarajados tras la paliza,
aceptan su ayuda, y encima también les fabrican cuerpos físicos para poder
estar en contacto permanente con ellos. Los C´tan conceden a los necrontyr la
inmortalidad que tanto querían: les consumen (vaya agradecimiento nene) e
introducen sus conciencias en cuerpos esqueléticos metálicos casi
indestructibles, convirtiéndolos en autómatas sin emociones. Llamalos necrones
a partir de Ya.
Con sus nuevos ejércitos de
robots imotep, los C´tan se lanzan a las estrellas a conquistar hasta el último
planeta. Los ancestrales, que todavía están flipando con lo que ven, se
preparan para una guerra del carajo.
Los ancestrales, aunque son
poderosísimos, se ven superados.
Empiezan a hacer experimentos genéticos con bichos varios de la galaxia
para crear a un ejército que les ayude contra su enemigo. Aquí es donde se
crean los Eldar, potentes psíquicos preparados para acabar con los necrones,
pues los C´tan y los necrones no comprenden la disformidad y son vulnerables a
ella. Los ancestrales también crean a los simpáticos Krork (Los seres que luego
conoceríamos como Orkos) y los Jokaero, una especie de simios ciborg que copian
tecnología.
Los C´tan, que ya están
viendo cerca la victoria, empiezan a pelear entre ellos por ver quién dominaría
la galaxia una vez caigan los ancestrales (les gusta la marcha). Después de esa
“guerra civil” entre c´tan solo quedan 12, pero son más que suficientes para
liderar a sus necrones hacia la victoria. Pero en este período se forman otras
entidades chetas: los dioses de los Eldars. Con su ayuda, los ejércitos
necrones y C´tan se ven sorprendidos y empiezan a comer bocadillos de tortas a
tutiplén.
Los C´tan, después de
millones de años de Guerra, empiezan a volverse majaras. Los eldars se han
alzado como los dominantes al amparo de sus señores ancestrales, que les
enseñan el poder de la tecnología cada vez mejor. Los ancestrales siembran de
vida la galaxia una vez más, y uno de esos planetas es el que en el futuro se
llamará Terra.
Sin embargo, os preguntaréis
que ha pasado en la disformidad, ¿Verdad? Pues bien, tanto tiempo de emociones
Hard y muertes han vuelto la disformidad un lugar peligroso, y han tomado forma
tres entidades peligrosísimas: Nurgle, el dios de la putrefacción, las
enfermedades y el miedo a la muerte. Khorne, el dios de la matanza y el deseo
de habilidad marcial, y Tzeentch, el dios de la magia, el tiempo y el deseo de
conocimientos. Estos tres dioses dieron lugar a toda una hueste de demonios que
volvieron a la disformidad un lugar muy heavy que mejor no pisar mucho tiempo.
Volviendo al plano real, Los
ancestrales han sucumbido a tantos eones de conflicto y se han extinguido,
dejando a sus descendientes (metafóricamente hablando) Eldar el dominio de la
galaxia, y el deber de preservar la vida en ella.
Mientras los Eldar se
dedicaban a sus tejemanejes en la galaxia, en un punto específico de la
galaxia, el sistema solar, se gesta una civilización que tendrá un gran impacto
en el futuro de la galaxia: La humanidad ( que sorpresa verdad). En esta raza
humana, había una sociedad de hombres con poderes psíquicos y la capacidad de
resucitar, que actuaban de chamanes de la humanidad. Debido al aumento de poder
de los dioses del caos con el tiempo (los eldars dejan una huella en la
disformidad muy muy potente) los psíquicos se dieron cuenta de que el chollo de
resucitar se les iba a acabar pronto, e idearon un plan: morir y juntar todas
sus almas en una sola entidad llena de poder. Ese ser resultante sería el
hombre que conoceríamos (y seguimos conociendo) como El Emperador de la
humanidad (trompetas de fondo).
Sin embargo, el emperador
eligió seguir en la sombra dirigiendo a la humanidad en secreto. La humanidad
evolucionó a través de los milenios con los empujoncitos del tito emperador y
se embarcó a las estrellas, descubriendo la disformidad y utilizándola para su
beneficio, extendiéndose más rápido de lo que sería recomendable para una raza
tan novata. Y como siempre, todo este período está salpicado de incontables
guerras que se saldan con muchísimos muertos
Lejos de ahí, tantos
milenios de aburrimiento y dominación llevaron a los eldars a dedicarse a cosas
verdaderamente obscenas para entretenerse y encontrar sentido a la vida. Cuando
la orgía sadomasa de la galaxia estaba alcanzando puntos de película, la marea
de emociones eldar (que recordemos es potente de cojones) da forma al cuarto
dios del caos: Slaanesh, el símbolo del placer y los excesos. Su estallido
psíquico al nacer barrió las mentes eldar en muchísimos sistemas a la redonda
cual Fus Ro Dah, creando de paso el conocido como Ojo del Terror, el mayor
puente entre la realidad y el empíreo de la galaxia. A esto se le llama La
caída de los eldars. Los pocos supervivientes tuvieron que salir por patas a
bordor de naves de la ostia llamadas Mundos Astronave, donde vivirían a partir
de entonces hasta día de hoy.
Debido a las tormentas de
disformidad generadas por esto, la disformidad se volvió algo intransitable, y
las colonias humanas quedaron aisladas unas de otras. El emperador aprovechó
esto para revelarse como la persona que era, y usurpar el mando de Terra con
sus propios guerreros modificados genéticamente llamados guerreros trueno.
Una
vez conseguido, se recluyó en el fondo de su laboratorio de Dexter para crear a
sus mejores herramientas de guerra: los primarcas, seres forjados con su propio
ADN creados para ayudarle en su unificación de la humanidad. Pero el Caos se
entera de esto y dice nanai, y de una forma que a dia de hoy todavía no
conocemos, robó las 20 probetas que contenían los cigotos de sus hijos, y los
esparció por el plano físico. El emperador, en vez de llorar como una maruja
por perder a sus hijos, uso el material genético resultante para crear 20
legiones de supersoldados mejorados genéticamente llamados marines espaciales,
y cuando por fin acabó el chaparrón disforme, se lanzó con sus marines y con
flotas humanas normales bajo su mando a conquistar el espacio y a recuperar a
sus hijos. Uno a uno, los reunió a todos bajo sus brazos, unos más contentos
que otros por ello. Leman Russ, Horus, Sanguinius, Rogal Dorn, Roboute
Guilliman… todos ellos se hicieron cargo de sus 20 legiones y dirigieron la
Gran Cruzada del emperador hasta los confines de la galaxia, reuniendo las
colonias humanas bajo el abrigo del imperio.
Sin embargo, en el punto más
álgido de la Cruzada, Horus, el hijo favorito del emperador, es corrompido por
el caos, y atrae a varios primarcas a su causa: matar al emperador y dominar la
galaxia en nombre de los dioses oscuros. A partir de aquí se arma el mayor
pifostio de la historia de la humanidad, y culmina en la batalla de terra,
donde varios primarcas leales y el propio emperador pierden la vida, pero los
planes rebeldes fracasan. El emperador es enchufado en el Trono dorado, un
macrosistema de soporte vital para intentar mantenerlo con vida. Desde
entonces, no ha dicho ni mu, ni se ha movido del trono. En los siglos
venideros, y a causa de la llamada Herejía de Horus, el imperio se vuelve el
sistema más nazi y represivo posible, todo con tal de que no se repita la guerra
civil. Los primarcas leales, uno a uno van desapareciendo, hasta que ya no
queda ninguno. Los primarcas traidores supervivientes se retiran al ojo del
terror, y de ahí ni se mueven.
Mucho tiempo después, en un
lejano planeta de la franja este, una especie con muchísima afinidad por la
tecnología y con el objetivo de unificar la galaxia en un sistema pacifico, los
Tau, emergen como una de las nuevas amenazas para el imperio, y ya han atraído
muchos planetas y especies a su sistema happy hippie. Por si fuera poco, el
imperio descubre en el sistema tirán una raza extragalactica fea como su puta
madre: Los tiránidos. Esta raza xeno no busca ni la dominación, ni el diálogo:
solo buscan devorar literalmente todo bicho viviente, sin importar si son
flaquitos eldar o marines más anchos que altos. Y encima, los necrones, que se
habían encerrado en mundos necrópolis esperando el regreso de sus amos C´tan,
están despertando y reclamando mundos en nombre de sus dioses.
El imperio está jodido como
nunca.
Y tras todo este largo tocho
que os prometo que es lo más resumido que os váis a encontrar, ha terminado el
capitulo introductorio. Próximamente y en función de lo que pidáis, iremos
haciendo un faction focus de de cada raza explicando un poquito mejor ciertos
aspectos y eventos.
ReyDragón corto y fuera.
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